Sueños de interculturalidad y libertad pedagógica

Silvia Monturiol F. /CAMPUS
smonturi@una.cr

José María Vacacela y María Gabriela Albuja, educadores e indígenas de Ecuador, compartieron su experiencia pedagógica alternativa con académicos de la División de Educación Rural del Cide.

Soñadores e impulsores de nuevas prácticas de vida y educación, José María Vacacela Gualán y María Gabriela Albuja Izurieta, indígenas del pueblo Kichwa Saraguro, de Ecuador, participaron en un encuentro, en agosto pasado, con académicos de la Dirección de Educación Rural (DER) del Centro de Investigación y Docencia en Educación de la Universidad Nacional (CIDE-UNA).

Con una amplia trayectoria de trabajo en la formación de maestros indígenas conocedores de la lengua y la cultura de los pueblos originarios costarricenses, el personal académico de la DER comparte con los pasantes invitados su convicción sobre la importancia de conservar y valorar la cosmovisión de estas poblaciones.

“Una cabeza occidentalizada puede cumplir las misiones de lo que dice un Ministerio de Educación, pero no contribuye a la interculturalidad”, subrayó José María Vacacela, diseñador y coordinador de del proyecto Yachay Kawsay, conjuntamente con su socia y esposa María Gabriela Albuja.  

Y es que—en opinión de Vacacela—para que exista interculturalidad debe estar a cargo de las decisiones relacionados con la educación indígena una  persona proveniente de estas culturas, con claridad de lo que es su cultura, hablante de su lengua y capaz de hacer respetar su cultura nativa, tal como los indígenas respetan la cultura occidental. “La interculturalidad es que cada quien tenga seguridad en la cultura y sea capaz de interactuar en los diferentes espacios, conociendo la cultura del otro, sin menoscabar la propia”, insistió.

Facilitadora del diálogo intercultural, lingüista trilingüe—kichwa,inglés y castellano—y lectora de la realidad y las prácticas pedagógicas, María Gabriela Albuja además es promotora de la libertad y elección en el proceso del aprendizaje y la educación, lo que se pone en marcha cotidianamente en el proyecto Yachay Kawsay.

Para Albuja, la libertad de elegir ayuda a ser responsable. “Vas a hacerte responsable de elegir cosas que te sirven y de no elegir cosas que no te sirven”. Añadió que cuando la persona se siente respetada en su autonomía va a poder saber qué quiere, por lo cual es de gran importancia el haber tenido la libertad de elegir desde niño lo que se quiere, tanto en la casa como en la escuela.

No por casualidad, José María y María Gabriela, diseñadora de juegos y material de aprendizaje, se refieren a Yachay Kawsay como un proyecto de vida, que recoge y revive los conocimientos que están en la naturaleza y en el alma.