Suplemento especial de los órganos del movimiento estudiantil de la Universidad Nacional

Estudiantes en pie de lucha

Silvia Monturiol / CAMPUS
smonturi@una.cr

La gestión de la Feuna 2016 - 2018, liderada por Daniela Alpízar se caracterizó por el respaldo a luchas por derechos para todas las personas, por lo que la participación en marchas sociales fue parte importante de la agenda.

Mantener un equipo unido y en pie de lucha tanto para defender los derechos de las personas como para hacer valer la voz estudiantil son parte de los aportes de la gestión del directorio de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (Feuna) 2016-2018, liderado por la presidenta saliente Daniela Alpízar.

Primera mujer en llegar a ese puesto tras una elección—según los registros existentes—esta estudiante de Planificación y Promoción Social reconoce que enfrentó discriminación producto de estereotipos machistas, pero asegura sentirse satisfecha porque mujeres “muy conscientes y de lucha” se motivaron a postularse, al punto de que, a la fecha, hay más mujeres que hombres al frente de asociaciones estudiantiles en la Universidad Nacional (UNA).

No por casualidad, al hacer un recuento de los principales logros alcanzados durante la gestión del directorio de la Feuna, que culmina el 5 de noviembre de 2018, Alpízar destaca entre ellos las luchas por la diversidad, comprendida esta como la libertad de todas las personas de sentirse y expresarse.

Derechos para todas las personas

En este campo no solo se realizaron múltiples actividades en conjunto con el Movimiento Indígena de la Universidad y se logró concretar un espacio físico para el trabajo de este grupo estudiantil, sino que la Feuna respaldó luchas sociales mediante la participación activa en diferentes espacios, como por ejemplo las siguientes marchas: Día de las Personas Trabajadoras, diversidad sexual, Día de la Mujer y de la Ciencia, defensa de guardaparques, aborto legal y defensa de las personas migrantes.

También se realizó el Festival de la Diversidad en la UNA, donde se exaltó la diversidad costarricense, a través de la participación de personas adultas mayores, indígenas, personas con discapacidad, mujeres y afrodescendientes.

A esto se suma, la apertura de cursos de LESCO (Lengua de Señas Costarricenses)—lengua materna de la comunidad sorda—por primera vez, en Alajuela, Corredores, Heredia, Lagunilla, Liberia, Nicoya, San Vito, Pérez Zeledón, Sarapiquí, Upala y Valle de la Estrella, en sus niveles 1, 2 y 3, según la demanda. Para ello, se coordinó con asociaciones de estudiantes, asociaciones de personas sordas, organizaciones comunales y la administración de la UNA. De esta forma, se logró que el LESCO se impartiera en todas las sedes y que se generaran 1060 títulos.

Por la regionalización

La regionalización fue parte de los objetivos y de la agenda del directorio de la Feuna 2016-2018, lo que se evidencia no solo con la presencia regular de la presidenta en las sedes regionales, el Campus Sarapiquí y la Sede Interuniversitaria, sino a través de una serie de foros organizados en torno a política, economía y temas asociados con la diversidad.

Además, se dio la participación en actividades como Semana Univeristaria con actividades propias como la exposición “Historia y actualidad del movimiento estudiantil UNA” para la Semana U de Liberia o la inducción a estudiantes de primer año en el Campus de Pérez Zeledón, organizadas en conjunto con las asociaciones estudiantiles.

Asimismo, se concretó una audiencia entre las representaciones estudiantiles de las sedes regionales en el Consejo de Rectoría para exponer las diferentes demandas y necesidades de los estudiantes de los campus en las regiones.

Defensa de derechos estudiantiles

La Feuna 2016-2018 trabajó para que el estudiantado conociera sus derechos, pero sobre todo para que los ejercieran y demandaran que sus posiciones sean incluidas en los distintos órganos de autoridad universitaria.

En su camino por hacer valer la voz de la población, la gestión de la Feuna, considera que la evaluación docente constituye un instrumento para que estudiantes se expresen sobre la calidad de las lecciones y de los profesores.

En este dirección, la Feuna interpuso 13 recursos de amparo para acceder a esta información de acceso público, de los cuales 11 se ganaron y uno parcialmente. De esta manera—informó Alpízar—la Sala constitucional ordenó brindar todos los resultados que se tengan. “Pero el derecho estudiantil no está solo en ver los resultados; está en que esa información sirva para recontratar o no a profesores, o para capacitarles o incentivarlos, según sea el caso”, subrayó la líder estudiantil.

También se realizó un encuentro de alumnos alojados en residencias estudiantiles, donde los universitarios expusieron sus demandas y opiniones en relación con su situación como becados y residentes.

Alpízar insiste en la necesidad de que se consideren las posiciones del estudiantado para que estas no se queden en el papel o en el discurso, sino que contribuyan a generar cambios estructurales dentro de la Universidad.

Con este fin es que esta gestión de la Feuna concluye su periodo con la campaña “Cambiar el presente para construir la U del futuro”, que expone cambios que, desde la perspectiva del movimiento estudiantil, es necesarios hacer, con miras a construir esa Universidad del futuro.

Y para contribuir con la construcción de esa Universidad Necesaria del siglo XXI, Daniela Alpízar considera vital la “unión y movimiento” del estudiantado. Por eso, como parte de esta gestión se realizó el primer encuentro de sedes regionales, donde representantes de cada campus comentaron sobre sus realidades. Asimismo, se realizaron dos encuentros de estudiantes; el primero, en la Estación Marina de Punta Morales, y el segundo, en Sarapiquí, ambos denominados “estudiantes en movimiento” (eemovi I y I), frase que describe, en buena medida, la intención del directorio de la Feuna 2016-2018.

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