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Estar con ellos
° En colaboración con el IAFA, un profesor y ocho estudiantes de Psicología impartieron el Curso de manejo del estrés para familiares de personas drogadictas.
Bértold Salas M. /CAMPUS
El curso comenzó el 23 de mayo y concluye el 4 de julio. Durante este tiempo, una vez por semana -unos los miércoles por la mañana, otros los mismos días, pero por la tarde-, medio centenar de familiares de personas con algún tipo de adicción asistieron al curso impartido por un profesor y ocho estudiantes egresadas de la Escuela de Psicología.
Surgido como parte de un Seminario de Graduación, supervisadas por el profesor Angelo Argüello, el Curso de manejo del estrés para familiares de personas drogadictas fue impartido de manera gratuita por estas ocho estudiantes, en las instalaciones del Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), en Montes de Oca.
En este curso se brindaron herramientas para que padres y madres, hermanos y abuelos, supieran “estar”, acompañar a sus familiares adictos, independientemente de si la droga era alcohol o crack.
Según explicó una de las estudiantes, Flor Villegas, aunque el tema del curso es próximo a otras experiencias realizadas en el país, es muy novedoso en su propuesta final: “Se ha trabajado el manejo del estrés, por ejemplo para familiares de pacientes con enfermedad terminal, pero nunca específicamente para quienes conviven con personas drogadictas”.
Por su parte, Argüello destacó el número de personas que quisieron inscribirse, pues apenas en el primer día se terminaron los cupos. Para el profesor, este es un indicio de la pertinencia del tema y de la necesidad de desarrollar la psicología de la salud.
La adicción y sus formas
Según dijeron Argüello y Villegas, las primeras clases fueron dedicadas a perderle el miedo a la adicción, con un repaso de las diferentes drogas y de las formas cómo se expresa la adicción.
Explicó el profesor que existen tres tipos de drogas: las legales, como el alcohol o el tabaco, que no solamente son permitidas, sino que su consumo es incluso estimulado a través de la publicidad, por ejemplo. Otras drogas, como la marihuana, cocaína, la heroína o el éxtasis, son “ilegales”, lo que no impide que su consumo ocurra frecuentemente. Finalmente, las drogas medicamentosas son aquellas que, como la morfina o las benzodiazepinas, son legales en tanto sean prescritas por un médico.
Detectar una adicción es un paso importante: “uno puede consumir, usar o abusar de una droga”, declaró Argüello, quien agregó que en cualquiera de los casos lo clave es la dependencia: “Dependencia significa perder el control, la persona se siente llevada al consumo…, aumenta la tolerancia; es decir, que poco a poco requiere de incrementar su dosis, y experimenta lo que se llama el síndrome de dependencia, que es el malestar cuando no suministra una nueva dosis”, explicó el psicólogo, quien tiene una especialidad en manejo del estrés.
Fue después de que los participantes habían conocido los elementos de la drogodependencia que se entró en materia… Es decir, al tema del estrés y las formas cómo puede enfrentársele.
“Con cierta exploración y el conocimiento de ciertos recursos psicológicos, las personas estarán más preparadas para enfrentar la experiencia de convivir con un adicto”, indicó Argüello. Por exploración, Argüello mencionó cosas que suelen preguntarse padres y madres: “¿qué hicimos mal? ¿fui muy estricto?, o más bien, ¿me faltaron pantalones?”.
Tras esta revisión, vienen los recursos psicológicos: las técnicas de relajación. De acuerdo con Argüello, de esta manera los familiares se “ayudan a sí mismos”, y así acompañan mejor al adicto, “o al menos evitan que el problema sea aún mayor”.
“No es que enseñamos la manera de manejar a una persona adicta, sino a sentirse mejor consigo mismo y partir de esto colaborar con la recuperación del enfermo”, declaró Villegas.
Al comenzar el curso, los organizadores realizaron un test del nivel de estrés de los participantes; la idea es aplicar la misma prueba cuando este finalice el 4 de julio, y verificar si hubo una disminución. Argüello y Villegas indicaron que tras evaluar los resultados de este curso, este se convertirá en un Manual que entregarán al IAFA.
Contra el estrés
Aprender de las emociones para que sea más sencillo ayudar a aquellos con los que se convive a superar su adicción a una droga: ese fue el propósito del Curso de manejo del estrés para familiares de personas drogadictas, impartido por ocho egresadas y un profesor de la Escuela de Psicología.
Entre otros, este curso buscaba un mejor “manejo de las emociones”, el cual consistía en saber detectar y enfrentar los sentimientos destructivos. Comienza entonces un proceso de “reestructuración cognitiva”, para la cual deben descubrirse y transformarse las formas en que se entiende el mundo (los patrones de crianza, por ejemplo) que pueden contribuir a la propia inestabilidad.
Los participantes aprendieron a identificar determinadas ideas y cambiarlas por pensamientos racionales. Entre estas ideas por modificar, Angelo Argüello mencionó el “filtraje”, por el cual, frente a dos explicaciones, se escoge la más negativa; o la “visión catastrófica”, que significa esperar siempre lo peor.
Un curso completamente práctico, los participantes aprendieron a dar respuestas dialogadas y sentirse mejor consigo mismos.
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