Sectores coinciden en defensa del empleo Representantes del Gobierno, la academia, los trabajadores y los empresarios coincidieron en que la conservación y promoción del empleo es fundamental para estimular la economía nacional y enfrentar, así, la crisis económica global, aunque discreparon sobre cuáles son las mejores medidas. Silvia Monturiol F. /CAMPUS smonturi@una.ac.cr La conservación del empleo, fuente de ingresos que permite el consumo de productos y servicios, es fundamental para atenuar los efectos de la crisis. Enfrentar la crisis económica global actual no requiere –como en ocasiones anteriores- que “nos soquemos la faja”, sino más bien, que dinamicemos el mercado interno mediante el consumo. Es por eso que la conservación y generación de empleo –fuente de ingresos que permiten el consumo de productos y servicios- es fundamental para atenuar el impacto de la crisis internacional para los costarricenses, según coincidieron Eduardo Sibaja, viceministro de Economía; Henry Mora, economista de la Universidad Nacional (UNA); Mauricio Castro, asesor jurídico de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) y William Segura, representante de la Unión de Cámaras Empresariales (UCCAEP), durante la mesa redonda Enfrentando la crisis: más allá del Plan Escudo, realizada recientemente en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNA. Y es que nada que hagamos nos va a salvar de la crisis porque esta es mundial. Hace pocos meses nadie se esperaba el panorama internacional que se vive actualmente, cuando se estima, este año, un decrecimiento de 2,6 por ciento de la economía estadounidense, de 2,8 en Japón y de 3,6 por ciento en el conjunto de países de la Unión Europea. “Todos nuestros principales mercados de exportación se van a ver muy perjudicados”, advirtió el académico. En este contexto el mercado interno adquiere un papel esencial, por lo que las medidas que se tomen en relación con este podrían determinar cuánto sufrirán los costarricenses, como advirtió Mauricio Castro de la ANEP. “Se puede producir mucho, pero si no hay nadie que compre, no dinamizamos el mercado interno y viceversa”, subrayó el dirigente sindical. El economista y decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNA, Henry Mora, califica el resguardo y creación de empleo como el eje central para enfrentar la crisis, ya que con este se defienden los ingresos, el consumo, la producción y en consecuencia, la reactivación económica. “Coincidimos en que lo primero es el empleo… cuáles son las medidas que mejor lo preserven, hay que discutirlo”, señaló Eduardo Sibaja, viceministro de Economía. Flexibilidad laboral: ¿una opción? Henry Mora, economista de la UNA, Mauricio Castro, asesor jurídico de la ANEP, Eduardo Sibaja, viceministro de Economía y William Segura participaron como expositores en la mesa redonda. moderada por el rector Olman Segura. Entre las medidas orientadas a la protección de los trabajadores en el Plan Escudo, Sibaja mencionó las iniciativas Ley de protección del empleo en momentos de crisis y Flexibilización de Jornadas Laborales, así como el fomento de la inversión en obra pública. La UCCAEP también propone un proyecto de ley para proteger el empleo en tiempo de crisis, cuyo objetivo es permitir a los patronos adoptar medidas supuestamente orientadas a evitar despidos, entre las que destaca la disminución de la jornada laboral hasta en un 30 por ciento. La posibilidad de rebajar la jornada a medio tiempo con la correspondiente reducción del salario, que propone la iniciativa de flexibilización laboral, más bien conduciría a una contracción del mercado –según el representante de la ANEP-, ya que las familias que ven sus ingresos disminuidos lo que harían sería recortar gastos. Henry Mora calificó como contraproducente esta iniciativa no solo porque esta implica introducir un elemento confrontativo entre los trabajadores y los empresarios, en momentos en que se requiere unidad nacional, sino porque las propuestas de flexibilidad laboral que se pusieron en marcha en América Latina, en los años noventas, con el pretexto de impulsar el empleo, provocaron, por el contrario, una gran expansión del desempleo y pérdida de derechos para los trabajadores. Se impone diálogo Las divergencias entre los sectores surgen cuando se trata de las medidas a seguir para conservar y fomentar el empleo. Mientras que el ministro Sibaja y el representante de UCCAEP sostienen que es mejor tener un empleo de medio tiempo que quedarse sin trabajo, Mora y Castro coinciden en que el país está a tiempo de evitar llegar a este extremo, mediante propuestas alternativas. Mauricio Castro, por ejemplo, puso en la mesa una de las 10 medidas que contempla el plan propuesto por distintos sectores sociales para hacer frente a la crisis económica, con el fin de que el costo de esta no caiga sobre los hombros de los trabajadores, sino que se reparta entre todos los sectores. “Más que reducirle la capacidad de consumo a las personas y a las familias, deteriorando su vida y deprimiendo el mercado interno, lo que proponemos es una política que podríamos llamar de transferencias condicionadas”. La idea es atender las necesidades del sector productivo con medidas como crédito subsidiado, incentivos fiscales y primas de seguro diferenciadas, entre otras, “pero no como cheque en blanco”, sino a cambio de que no haya despidos por razones económicas y de que el empleo que se mantenga o se cree reúna condiciones de dignidad y de capacidad de consumo de las familias. La discusión sobre las medidas a seguir para resguardar y crear empleo pareciera viable, tomando en cuenta que el Plan Escudo “no está escrito en piedra”, como aseguró el ministro Sibaja, quien añadió que el Gobierno está abierto a discutir y a hacer modificaciones, luego de valorar las consecuencias de cualquier medida propuesta. Enfatizó que el dinamismo del Plan se evidencia en el hecho de que se analizan propuestas presentadas por el sector productivo, el sector bancario y los partidos políticos, enfocadas principalmente en la reactivación del crédito, regulaciones en tiempos de crisis y temas fiscales. A estas se añade ahora la propuesta de las organizaciones sociales. Cada sector tendrá sus propios intereses; lo importante es que ante la inminencia de la crisis prevalezca el interés público.

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