Más allá de corridos, botas y jinete
Johnny Núñez/Campusjnunez@una.cr
Mariana Vargas, Cliff Umaña, Rolando Morales y Andrés Esquivel, integran el equipo de Rodeo-UNA. |
Manuel Estrada, criador de caballos y coordinador del Hospital de Equinos de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional (EMV-UNA), así como Cliff Umaña, estudiante de Ciencias Agrarias y propietario de animales de paso costarricense, brindan una serie de recomendaciones sobre la atención del equino para estos eventos y la buena disposición del jinete.
Ambos caballistas defienden el bienestar animal y coinciden en el hecho que asistir a un tope requiere mucha responsabilidad y no es cuestión de alquilar un animal horas antes del evento y emborracharse.
Supervisión y control
Manuel Estrada, especialista en equinos, indicó que la participación del médico veterinario o zootecnistas en topes y cabalgatas consiste en supervisar el bienestar de los animales antes y durante el recorrido; se parte de la revisión de los puntos de desembarque y el estado de salud del animal, sobre todo, que no presente heridas, renqueras o flujos amarillentos en hocico y fosas nasales.
Además, se vigila que no ingresen equinos con enfermedades infecciosas. También se previene el maltrato animal, se prohíbe el uso de espuelas con puntas o estrella, el uso de frenos o serretas que maltraten la boca o nariz, así como el uso del fusta o chilillo.
“El principal problema de los topes es que muchos caballistas son jinetes de fin de semana, sin el menor respeto por el caballo, quienes usualmente alquilan animales para disfrazarse de vaqueros y embriagarse, hacer estupideces y pretender que a mayor maltrato del equino, mejor jinete es”, comentó.
Aseveró que la responsabilidad del veterinario o zootecnista es educar a propietarios y caballistas de que el animal debe manejarse lo más cercano a lo dispuesto por la naturaleza; hay que conocer la anatomía y fisiología del equino para tomar medidas de manejo ya sea en la finca o cuadra.
Esfuerzo y responsabilidad
Cliff Umaña, miembro del equipo de rodeo de la Escuela de Ciencias Agrarias de la UNA, expresó que para estos eventos el caballo no debe presentar anemia, tener buena condición corporal, hidratación previa, así como alimentación a base de pastos, en lugar de concentrado, para prevenir los cólicos.
“Los caballistas estamos en pro de la salud animal, por lo que usamos implementos que no maltraten al animal; además, buscamos cómo prevenir todo tipo de lesión a la hora del transporte y desembarque, ya que preparar un caballo para un tope es un proceso lento y gratificante de muchos años de entrega y dedicación”, explicó.
Recalcó que en estas actividades nunca faltará el jinete novato que alquila el caballo el día del tope solo para emborracharse, en lugar de participar de forma responsable y apegado a los buenos principios.