Costarricense en clave expedición a la Antártida
Estudios ayudarán a entender mejor procesos tectónicos de Costa Rica.Gerardo Zamora Bolaños / CAMPUS
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Sus observaciones e investigaciones servirán de base para comprender aún mejor la dinámica tectónica de nuestro país: “en vez de placas lo que tenemos en la Antártida son glaciares que se deslizan radiando ondas sísmicas. La ventaja, desde el punto de vista científico, es que los choques que generan suceden con mucha frecuencia, incluso varias veces al día. En cambio, en el caso de Costa Rica, en la península de Nicoya, por ejemplo, esos momentos de ruptura dentro de los llamados procesos de subducción ocurren cada 50 ó 60 años. En la Antártida, el objeto de estudio es diario, está a la mano”, explica Chaves.
Para entender esa dinámica, se utilizan métodos e instrumentos geofísicos de superficie: estaciones sismológicas que registran los sismos generados en hielo, así como estaciones continuas y temporales de GPS, para medir de manera precisa el desplazamiento de la capa de hielo hacia el mar, el cual es alrededor de 300 metros por año.
Su visita a la Antártida se enmarca en el proyecto WISSARD, del que forma parte la Universidad de California, Santa Cruz, Estados Unidos, institución en la que Chaves es estudiante de doctorado. WISSARD es un proyecto científico interdisciplinario que estudia la dinámica del lago subglacial Whillans y sus sistemas hidrológicos.
A su regreso al país, Esteban volvió a ver la noche, por fin tomó un baño y saboreó una empanada de chiverre. Después de la soledad de la Antártida, aprecia aún más las cosas sencillas de la vida y comprende mejor los procesos tectónicos de Costa Rica. Luego de las condiciones extremas de la Antártida, conoce más de cerca la fragilidad humana.