La UNA y el gobierno abierto
Ana María Hernández Segura Coordinadora Comisión Insititucional de Gobierno Abierto UNA
La sociedad actual avanza hacia una forma de gobernanza en la que resulta clave alcanzar una nueva vinculación entre ciudadanía y Estado; para lograrlo es indispensable que haya transparencia y una cultura de rendición de cuentas, que se brinde apertura hacia la participación de las personas y que se creen las condiciones para que, a partir de la colaboración, todos participen en la cocreación de soluciones a problemas específicos.
Este modelo, conocido como gobierno abierto, y que ha ido permeando a las instituciones, lo hemos ido incorporando en el quehacer de la UNA desde hace tres años, en coherencia con los principios del Estatuto Orgánico y el Plan de Mediano Plazo Institucional 2017-2021, para avanzar en la consolidación de una universidad abierta. Creemos en la necesidad de mostrar a la sociedad nuestros datos e información y cumplir, además, con el derecho constitucional de acceso a la información pública
Las universidades, y en particular la Universidad Nacional—que desde su génesis ha tenido una larga trayectoria de trabajo mancomunado con diferentes comunidades y sectores de este país—encuentra en la construcción de la universidad abierta, el desafío pero a la vez la oporturnidad para edificar una relación más cercana con la sociedad civil, a la cual debe su razón de ser. Y eso lo haremos através de los mecanismos que nos han permitido a ambas partes acercarnos: la docencia, la investigación, la extensión y la producción.
No debemos, como institución llamada a generar política pública, permanecer al margen de nuestro tiempo. Desde 2016 la Universidad Nacional asumió el compromiso de impulsar y posicionar la transparencia, la rendición de cuentas, la participación y la colaboración. Con la constitución de una Comisión Institucional de Gobierno Abierto, que lidera este proceso, nos hemos sumado a los esfuerzos que han surgido desde otras instituciones para crear una nueva cultura universitaria, basada en ese necesario contacto interactivo con la ciudadanía y con nuestros usuarios internos y extenos.
Los resultados de este esfuerzo ya han empezado a tener resonancia en nuestro medio: en el 2018 la UNA se ubicó, en la sétima posición del Índice de Transparencia en el Sector Público (ITSP), entre 254 instituciones evaluadas. Este año hemos escalado a la sexta posición y mejorado notoriamente en muchos de los indicadores evaluados, lo cual nos compromete a seguir planteando los ajustes que nos lleven a consolidar el modelo de universidad abierta al que aspiramos.
En esta publicación les presentamos, de forma sucinta, algunos de los esfuerzos que hemos venido realizando en estos años, en aras de alcanzar el objetivo mayor: que a futuro estudiantes, académicos, administrativos y sociedad civil lleguemos a ser corresponsables en la definición, diseño y desarrollo de los servicios que brinden las universidades públicas. Destacamos los antencedentes del proceso, algunas acciones relevantes que se han hecho en el país y en la UNA y estrategias sobre cómo logar la participación y colaboración ciudadana.
En la próxima etapa será clave la participación de las instancias proveedoras de información y las convocatorias de la sociedad civil que llevaremos a cabo en diferentes comunidades del país. Les invito a ser parte de este proceso histórico que, sin duda, contribuirá a fortalecer nuestra institucionalidad.
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