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 23 de abril Día del Libro Escuela no motiva a leer Silvia Monturiol F. /CAMPUS 
“En nada que hagamos por obligación podemos encontrar felicidad y, precisamente, en Costa Rica formamos estudiantes que no seleccionan, de manera autónoma, lo que desean leer”, afirma Carlos Rubio, académico del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE) de la Universidad Nacional (UNA).Considera Rubio que la educación costarricense privilegia la identificación de figuras literarias, de temas y personajes principales y secundarios, y promueve las interpretaciones “oficiales” de un texto literario, dejando a los jóvenes sin la posibilidad de expresar sus propias interpretaciones ante su encuentro con el discurso artístico. “La institución educativa parece no aceptar esa pluralidad de lecturas, por el contrario, insiste en que los estudiantes realicen una lectura oficial sacralizada por los propios profesores”, subraya Rubio. Lectores fallidos Lo que la educación costarricense está promoviendo –según el académico del CIDE- son “lectores fallidos”, hombres y mujeres que fuera del sistema educativo, posiblemente rara vez volverán a tocar un libro en su vida. La percepción de los costarricenses sobre los hábitos de lectura en Costa Rica parece confirmar la afirmación de Rubio. De acuerdo con la encuesta Percepciones de la ciudadanía costarricense sobre la educación en el país, divulgada recientemente, el 55% de los entrevistados estima que la lectura es un hábito que se practica poco en Costa Rica. Aunque al consultárseles sobre las razones por las que leen los costarricenses, son pocos los que responden “por obligación”, los resultados reflejan que los encuestados ticos tampoco creen que los ticos lean por entretenimiento (3.2%). La mayoría considera que las razones más importantes que impulsan a los costarricenses hacia la lectura son: “para aprender” (34.1%), “para informarse” (29%), “para profundizar en su conocimiento” (20.1). En tanto que el resto se dividió entre las respuestas “para desarrollar destrezas y habilidades para vivir” (6.5%) y “porque es una forma de superación personal” (5.6%). En cuanto a los tipos de textos que leen los costarricenses, la mayoría de los encuestados responde que “periódicos” (91.8%); le siguen los textos religiosos (71.5%), los literarios (60.3%), las revistas (59.3%) y los textos científicos (33.9%). A pesar de que admiten que son pocos los costarricenses que tienen el hábito de la lectura, no desconocen los entrevistados que la costumbre de leer permite a las personas, entre otros beneficios, “adquirir y profundizar conocimientos” (33.2%), mejorar su nivel cultural (17%), “estar mejor informadas” (12.4%) y “mejorar su vocabulario y ortografía” (10.3%). De estas y muchas otras ventajas podría estar privando el sistema educativo a los jóvenes al no incentivar en las aulas el placer por la lectura. |
 
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