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El impacto del terremoto sobre la economía
Roxana Morales
Escuela Economía, UNA
El fuerte sismo del pasado 8 de enero tendrá numerosas consecuencias económicas, sociales y ambientales, tanto local como nacionalmente.
Provocó serios daños en la zona del epicentro: en acueductos y en el sector agropecuario. También, en la infraestructura de carreteras, puentes, viviendas, hoteles, centros de estudio y de salud. Finalmente, en la planta hidroeléctrica de Cariblanco (estatal), Suerkata y El Ángel (de generación privada). Además, el caudal de los ríos sufrió variaciones, y la flora y fauna de la zona, se vio fuertemente impactada.
Todos estos hechos han afectado directamente a las familias de la zona. Muchas vivían del turismo de nacionales y extranjeros, al brindar servicios de alimentación, hospedaje, transporte y tours. Otras, de la agricultura (fresas, flores y follajes, principalmente), la venta de artesanías, la ganadería de leche y de alrededor de 300 empleos que generaba la Fábrica de Dulces de Leche El Ángel.
Algunos cálculos preliminares del Ministerio de Agricultura hacen ver que las pérdidas en cultivos ascienden a los ¢812 millones, así como a ¢1.000 millones adicionales en lecherías. En infraestructura, fueron millonarias las pérdidas, pero aún no se han contabilizado. Por su parte, el impacto sobre el ambiente es muy difícil de calcular, ya que el daño ecológico y ambiental en la zona es muy grande.
Estos son los efectos más directos sobre la zona. Sin embargo, en el ámbito macroeconómico también existen consecuencias; entre estas el turismo, que venía siendo afectado por la crisis internacional. La entrada de turistas al país se ha venido reduciendo y es probable que esto se mantenga, debido a la situación económica internacional, al temor de nuevos temblores y a los daños causados en la zona del epicentro.
Por otro lado, las finanzas públicas se ven impactadas por la presión de un mayor gasto del Gobierno y por el endeudamiento externo para afrontar esos gastos. En la segunda quincena de enero, se aprobó un préstamo con el Banco Mundial de $65 millones para atender la emergencia provocada por el terremoto.
Resulta bastante probable que el precio de algunos productos, principalmente agrícolas, se vea afectado debido a que el terremoto destruyó al menos 10 kilómetros de carretera entre Vara Blanca y Cinchona de Sarapiquí. Esta es una importante vía que comunicaba al Valle Central con la zona norte del país.
Otra implicación podría darse sobre las exportaciones de fresas, flores y follajes, ya que estos eran los principales cultivos de la zona del epicentro.
En el caso de los seguros, el Instituto Nacional de Seguros —hasta el momento, única institución que brinda estos servicios— tendrá que desembolsar grandes sumas de dinero para hacer frente a las millonarias pérdidas en infraestructura.
Con relación al costo de la electricidad, todo el país se verá afectado. Ya las autoridades del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) informaron sobre la necesidad de generar energía eléctrica por medio de combustibles, debido a que la planta hidroeléctrica de Cariblanco tardará varios meses en volver a funcionar y se aproxima la época seca, cuando el caudal de los ríos se reduce y se afecta la producción de las demás plantas hidroeléctricas.
Además, muchas instituciones y organizaciones del país han aportado su trabajo y ayuda para los cientos de damnificados. Esto es un gasto no previsto que se podría traducir en un problema presupuestario, más adelante.
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