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Hacia una cultura ética Carlos Araya Guillén* Cuando se habla de la ética tenemos que pensar en la necesidad de concretar sus principios en la conducción de nuestra vida cotidiana El desarrollo humano no puede hacerse realidad a escala regional y universal sin una convergencia entre doctrina y acción. Lo anterior implica reconocer que la ética está muy lejos de ser una “abstracción” filosófica destinada a la especulación. Por el contrario, como parte de la disciplina filosófica es un pensar racional que busca su existencia concreta en la vida de cada persona, y en sus relaciones con la comunidad. Enfrentar este desafío exige asumir no sólo la tarea de conducirse con responsabilidad en nuestro quehacer diario, sino también reinventar la ética para “ajustarla” a las nuevas situaciones generales por la sociedad del conocimiento de cara al siglo XXI. La apuesta por una cultura ética es ambiciosa, pues pretend construir desde la “reflexión” los deberes (deontología) de convivencia social con el prójimo, en donde la libertad, la igualdad y la justicia no sean “intenciones”, sino un valor de especial dignidad consensuado en los espacios vivenciales de la vida política, civil, económica, social, cultural y religiosa. La cultura de la ética es una moral contestataria a la globalización y sus signos de exclusión, tales como la desigualdad, indiferencia, iniquidad y maleficencia. Por eso diseñar una cultura ética es construir una nueva escala de valores (axiología) sin olvidar que se está formando a seres humanos (equidad de género) portadores de un pasado, una historia y una cultura. Por lo tanto, construir una cultura ética es más que una simple declaración de principios de conducta, es potenciar todo aquello que genere cambio de actitudes y modos de vida. Es promover el más sagrado respeto a la dignidad humana: no como acto de fe sino de participación efectiva en la toma de decisiones. La cultura ética es un asunto de productividad sostenida, de creación de nuevos entornos y de vivencia ordenadora de conceptos y juicios propios de la meta ética. * Decano Centro de Estudios Generales. |
 
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