Apuesta a la construcción sustentable

Víctor J. Barrantes / CAMPUS
vbarrant@una.cr

El edificio de uso múltiple, ubicado detrás de la Facultad de Ciencias Sociales, forma parte de las nuevas construcciones, en las que se aplican los criterios de construcción sustentable.

Como parte de la preocupación por desarrollar y aplicar estrategias de diseño arquitectónico, dirigidas a la protección del ambiente, el Programa de Desarrollo y Mantenimiento de la Infraestructura Institucional (Prodemi) le ha dado prioridad a estos criterios en las nuevas edificaciones que se levantan en los campus de la Universidad Nacional (UNA).

La estrategia consiste en ver el diseño ambiental como un concepto integral en el que participan las instancias involucradas. Por esta razón el desarrollo de la infraestructura contempla el apoyo, aporte e involucramiento de diferentes oficinas y unidades académicas de la Institución, como el Área de Salud Laboral, la Comisión Institucional de Emergencias (CIEUNA), Instituto de Investigación en Servicios Forestales (Inisefor), Escuela de Ciencias ambientales, Vicerrectoría de Investigación, entre otras, según destacó el arquitecto Francisco Jiménez, director del Prodemi.

El aporte desde diferentes disciplinas del conocimiento y el involucramiento de entes externos, como las municipalidades circundantes, y empresas públicas y privadas ha permitido tomar decisiones en favor del ambiente. Parte de esas acciones, destaca Jiménez, van desde la instalación de celdas fotovoltaicas y la reutilización de las aguas pluviales, hasta la aplicación de otras estrategias complementarias no menos importantes: la recuperación de la cuenca del río Pirro así como de la flora y fauna en los campus universitarios desde una perspectiva paisajística.

El propósito de este plan, añade Jiménez, es lograr una participación paulatina activa, colaborativa y de disfrute de la comunidad universitaria de manera que se creen espacios de aprendizaje y permanencia, con escala humana en un concepto amplio de diseño sostenible, que contemple en la perspectiva ecológica todas sus dimensiones: físico- naturales, sociales económicas, relación ciudad-universidad y temporales.

Lo que sigue

La arquitecta Karol Arroyo Hernández también ha hecho énfasis en que las futuras construcciones de la UNA, entre ellas las que se proyectan en el proyecto San Pablo, contemplan las estrategias en el diseño que contribuyan en la conservación del ambiente.

Lo anterior supone:

- Uso de iluminación led tanto en los edificios como en las áreas exteriores

- Colocación de unos 1000 paneles solares

- Instalación de tanques para reutilización de agua pluvial con las que se alimentarán los servicios sanitarios

- Reutilización de agua de la planta de tratamiento en riego para áreas verdes

- Utilización de equipos de control de temperatura eficientes

- Utilización de elevadores Clase A, con un consumo energético mínimo

- Uso de estrategias pasivas para el control de la temperatura

- Iluminación natural, parasoles

- Ventilación cruzada

- Utilización de superficies permeables en parqueos

- Conservación de 5000 m2 en áreas verdes

De manera complementaria, la UNA también ha incorporado, como parte de su práctica en favor del ambiente, el uso razonable de recursos como agua, energía, papel y teléfono, con el objetivo de que los espacios de trabajo se conviertan también en eco oficinas. Esta iniciativa la impulsa, desde el 2012, el Programa de Gestión Ambiental Institucional (PGAI-UNA), en conjunto con el Programa UNA Campus Sostenible y las Comisiones Ambientales Institucionales.